Desde que su novio rompió con Viola ella ha pasado los días deseando en silencio volver a tener a alguien que la quiera y, lo que es más importante, volver a ser parte de algo. Hasta que un día, sin darse cuenta, llama a un genio de otro mundo, que se quedará en el suyo hasta que la chica pida tres deseos, pero a Viola le aterra desear, tiene miedo de no pedir lo correcto. Conforme los dos van pasando tiempo juntos, la línea entre amo y criado empieza a desdibujarse y Genio no tardará en reconocer que está enamorado de Viola.
Desea formar parte de algo, ser feliz, volver a sentirse completa… y entonces aparece ÉL: un genio que estará a su servicio para concederle tres deseos. Viene de Caliban, la tranquila y pacífica ciudad de los genios donde la noche a penas existe, el silencio inunda las calles y el tiempo no pasa.
Hasta que su viola no pida los tres deseos, él no podrá volver a Caliban. Van pasando los días, la relación ama-genio va tomando la forma de una amistad, Genio incumple las reglas por ella,… y cuando Viola pide su primero deseo, se da cuenta de lo mucho que le importa y que no quiere separarse de ella.
Viola hasta más de la mitad del libro empezó a ser superficial por un deseo que pide. Al principio parecía la típica chica que se hace la víctima solo para llamar la atención. Genio, sólo le importa ser novio de ella, pero a medida que se da cuenta de que quiere a Genio, va cambiando para ser mejor persona.
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